Una habitación propia, una pepita de verdad
Una habitación propia

Hablamos con 3 mujeres sobre la influencia de este ensayo de Virginia Woolf que, 90 años después de su publicación, sigue teniendo un gran poder revelador.

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Collage de Francisca Pageo

En 1929 la escritora inglesa escribió "Una habitación propia", ensayo en el que su "pepita de verdad" -esa que surge como una intiuición y se termina de desenterrar tras mucha reflexión- sigue retumbando hoy en nuestra paredes: una mujer para escribir debe tener un cuarto propio y dinero. 90 años después, aunque ha cambiado de forma y el escenario ha evolucionado drásticamente, el mensaje sigue estando presente, retumbando en las paredes de nuestros "cuartos conectados". La aparición de internet, en un principio horizontal y sin jerarquías, ha sido una herramienta esencial de la que muchas mujeres nos valemos para tejer cultura; contar, al margen de la academia y de la historia, nuestra propia historia; y crear una memoria colectiva en la que reconocernos, no sentirnos solas. Una actividad por una parte liberadora, pues nos permite expresarnos, proyectarnos y agruparnos; y limitante por otra, pues lo que se dibujaba como la era de la democracia digital, no ha dejado de perpetuar patrones dominantes en los que la situación de las mujeres creadoras es, a grandes rasgos, precaria. Este último aspecto lo  retrata con una visión clara y privilegiada Remedios Zafra en algunos de sus textos.  "Un cuarto propio conectado. (Ciber)espacio y (auto)gestión del yo" (Fórcola Ediciones, 2010) y  "El entusiasmo: Precariedad y trabajo creativo en la era digital" (Anagrama, 2018) son dos retratos generacionales hábilmente ilustrados. Leerlos es como frotarse los ojos, comenzar a ver con claridad y poder dotar de palabras a lo que todavía no se nombra.

"Cuando  os pido que  ganéis dinero y  tengáis una habitación  propia, os pido que viváis  en presencia de la realidad, que  llevéis una vida, al parecer, estimulante,  os sea o no os sea posible comunicarla"

'Una habitación propia', Virgian Woolf

"Hacer  este trabajo,  aun en la pobreza  y la oscuridad, merece  la pena", es la otra gran pepita de verdad con la que la escritora inglesa concluyó este ensayo: expresarse a través de la creatividad sana, empodera y es liberador. Francisca Pageo, Semíramis González y Laura Pérez lo saben porque lo practican. A través de sus respuestas, encontramos un primer acercamiento a la obra de Woolf y conocemos algunos posibles efectos de su lectura. 

★ Francisca Pageo

Francisca Pageo es una artista visual especialmente conocida por sus collages y fotografías. Co-editora y directora de arte de la revista Détour, su trabajo "se inspira en el misterio de las cosas, la emoción, la belleza y los sentimientos. La intuición es mi herramienta principal". 

¿De qué manera influyó la lectura de "Una habitación propia" en tu labor creadora?

Más que en mi labor creadora influyó en la manera en la que yo me presentaba ante mí misma y el mundo. Digamos que su lectura me ayudó a ser más consciente de mí misma, de la necesidad de crear y de cómo la mujer necesita su espacio íntimo para el arte mismo.


¿Algún libro de autora española que te haya impactado de forma semejante?

El libro de una autora española que más me haya impactado... Sin duda "Hacia un saber sobre el alma" de María Zambrano. LLegó justo en el momento indicado y no podría haberle dado más las gracias. Influyó mucho en mi obra.


¿Qué condiciones necesita hoy una mujer para desarrollar su creatividad?

Sin duda, también ese espacio propio, libertad de expresión, que tenga una comprensión y/o conocimiento de sí misma y del mundo. No creo que las condiciones varien mucho de un tiempo pasado a esta parte, pero sí está claro que la principal condición es ese ser consciente de necesitar expresarse.

 

★ Semíramis González

Semíramis González es comisaria independiente, historiadora del arte y directora de las ferias JUSTMAD (Madrid) y JustLX (Lisboa). También es docente y escribe en varios medios.

¿De qué manera influyó la lectura de "Una habitación propia" en tu labor creadora?

"Una habitación propia" es un libro al que vuelvo frecuentemente porque sigue siendo un básico para entender las claves que impiden o dificultan a las mujeres desarrollar una carrera creativa. Woolf aporta una mirada muy anticipada a su tiempo, muy crítica y hasta con ironía, de cómo la estructura patriarcal se rearma y deja en el margen la creación de las mujeres. A la hora de elaborar mis proyectos, "Una habitación propia" es siempre una referencia a la que volver, donde encontrar nuevas vías de reflexión.


¿Algún libro de autora española que te haya impactado de forma semejante?

Me gusta leer a mujeres que escriben sobre la creación, desde una perspectiva amplia, ya sea literaria, cinematográfica... porque creo que a mi campo, las artes plásticas, le aporta muchísimo y problemáticas muy comunes. Así, me gusta mucho leer a Gloria Fortún o a Laura Freixas, por ejemplo. Propiamente hablando de artes visuales también han sido fundamentales para mí Estrella de Diego y Patricia Mayayo.


¿Qué condiciones necesita hoy una mujer para desarrollar su creatividad?

Las mujeres necesitan casi lo mismo que proponía Woolf... dinero y espacio para poder trabajar. Una amiga feminista me decía que las mujeres necesitan dinero y "foco", ese foco se refiere a tiempo material y espacio físico para desarrollar adecuadamente sus tesis. Una sociedad donde las mujeres realizan el 76% del trabajo no remunerado de cuidados (lo dice la OIT) es una sociedad desigual. Aún así tenemos magníficas creadoras que intentan convivir con esto, pero realmente ese foco, ese tiempo y espacio necesario para crear, sigue siendo una excepción en la mayor parte de los casos.

 

★ Laura Pérez

Laura Pérez es ilustradora y artista del cómic. Su primera novela gráfica en solitario,  "Ocultos" (Astiberri. 2019), nos invita a adentrarnos en un universo abstracto y misterioso a través de situaciones cotidianas cuajadas de elementos simbólicos. La magia, los fantasmas, lo primitivo.

¿De qué manera influyó la lectura de Una habitación propia en tu labor creadora?

"Una habitación propia" nos recuerda que la situación en la que vivimos en la actualidad, como mujeres, no ha sido un camino fácil y sigue necesitando de diferentes factores para que los caminos abiertos, cada vez sean más amplios, más transitables. No en vano es necesaria la conciencia del poder de la voz propia, la voz analítica, crítica con el entorno y con una misma.

Hay libros que tratan de compartir y dislumbrar las luchas previas a un estado de mayor comodidad, pero que sigue sin estar en equilibrio. Veo en una habitación propia un puente hacia la claridad, para ver las situaciones con perspectiva, recordado que hace falta una independencia en todos los sentidos, para generar una identidad libre de limitaciones.

Personalmente, siempre he sentido una gran necesidad de independencia, que he llevado a cabo metódicamente para mi desarrollo personal y profesional. Comencé a trabajar mientras estudiaba en el instituto y en la universidad en diferentes lugares, sobre todo en restauración, hasta que me dediqué plenamente al dibujo como trabajo y me ha mantenido hasta ahora.


¿Algún libro de autora española que te haya impactado de forma semejante?

Algunos libros por orden cronológico que puedo resaltar, aunque me vengan después otros muchos a la memoria, “Nada”, de Carmen LaForet, “Historia de mujeres”, de Rosa Montero y “Archivos Estelares” de Flavita Banana.


¿Qué condiciones necesita hoy una mujer para desarrollar su creatividad?

Para desarrollar la creatividad, hay condicionamientos geográficos, culturales y sociales que ayudan o no a su desarrollo. Partiendo de un contexto favorable, es importante una actitud de aprendizaje constante, por medios propios, tratando de invertir la mayor parte del tiempo que sea posible al desarrollo personal y artístico, accediendo al estudio ya sean oficiales o autodidacta. Aprender y hacer, generar de lo aprendido. Enriquecer un mundo interior que sea más fuerte que el exterior, el artista necesita nutrirse para poder expresar, filtrar su propio punto de vista. Todos queremos aprender de las historias que nos interesan y el artista se encarga de que eso ocurra. Descubrir referentes que contagien motivación y saber que nuestros referentes tuvieron los suyos. La cultura y la creación propia van de la mano. 

Pensar que hay un mundo por descubrir a la vez que lo hay para crear y que hacen falta todo tipo de voces que planteen las necesidades de nuestro tiempo.